Las acusaciones al PP sin fundamento, solamente por el simple hecho de estar gobernando, son cada vez más habituales en los medios de comunicación. Al difícil papel de tener que lidiar con esta crisis se une además el aumento de ataques desde todos los sectores a una política de austeridad y ajustes que, muchos no entienden, nos vienen impuestas.
Desde la globalización al mercado único hay que entender que no navegamos sólos en un río, sino que son muchos los navíos que nos hacen competencia. España, al menos, ha conseguido mantener parte de su independencia, puesto que muchos otros países de nuestro entorno ya han sido intervenidos.
Las políticas populistas del PSOE y partidos afines están muy bien como discurso de cara a la galería, pero no son prácticas. Y esto es así porque si estuviera al frente del Gobierno de la nación no llevaría a cabo ni tan siquiera una tercera parte de lo que promulga.
Para verlo claramente y darnos cuenta de ello solo hay que fijarse en las comunidades en las que gobierna, como Asturias. ¿Es que va Asturias mejor que los demás en esta crisis? No. ¿Es que tienen allí menos desempleados que en el resto de España? Pues tampoco, más bien al contrario. ¿En qué ha mejorado Asturias? Bueno, el gobierno socialista de dicha Comunidad Autónoma ha optado por políticas como el apoyo a la televisión autonómica, donde hace poco ofrecieron un concurso por un valor de casi un millón de euros para cubrir cosas "tan sociales e imprescindibles" (nótese la ironía) como los informativos regionales. Mientras, los pensionisttas llevan más de un año sin recibir el dinero de sus medicinas (que sí aprobó Rajoy, por cierto, pero ellos no lo cumplen); también llevan más de año y medio de retraso en la concesión del salario social, y en sus hospitales las listas de espera son inmensas.
El PSOE en Asturias anunció a bombo y platillo una reserva de viviendas "de urgencia" para desahuciados, y una oficina de intervención para paliar esta problemática. A día de hoy, y según la plataforma anti-desahucios, la oficina es completamente ineficiente. No es que no funcione, es que simplemente se dedica a enviar a los bancos a los desahuciados de sus pisos o en proceso de desahucio. Y para acceder a las viviendas de urgencia el proceso es tan engorroso y complicado que en la práctica es una solución casi inexistente.
Y todo eso es sólo una muestra en una comunidad -repito- donde gobiernan los socialistas. Y si pusiéramos ejemplos de otras comunidades autónomas, como la catalana, las injusticias y estrecheces a las que se le somete a su población serían mucho más notorias.
Por lo tanto ¿es el PP el que está haciendo las cosas mal, o son los otros que lo usan como excusa ante sus propios despropósitos? Antes de mirar la paja en el ojo ajeno, hay que mirarse uno mismo.
| Nicolás Riera
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