Nadie al otro lado

Favoralia es una red social bastante interesante. Se fundamenta en ofrecer y prestar favores a la gente, a cambio de otros favores, o de nada. Sus intenciones y su planteamiento son buenísimos, y bajo estas premisas podríamos estar ante una idea de lo más útil, sobre todo en estos tiempos de necesidad.

Para que nadie abuse de nadie y todos puedan ofrecer y demandar favores, se usa un sistema de puntos. Al ofrecer tu primer favor te dan diez puntos de forma automática, pero también puedes ganar puntos haciéndole favores a otros, o invitando a más personas a participar. Así de sencillo.


A la hora de ofrecer un favor tú puedes elegir cuántos puntos tendrá que darte la otra persona. Pueden ser uno, cinco... O ninguno.

Hay muy pocas personas registradas que ofrezcan un favor gratis (es decir, sin pedirte puntos), de hecho yo sólo he encontrado una. La mayoría te piden uno, pero si buscas un favor "de cierta utilidad" te llegan normalmente a pedir cinco o incluso seis puntos. Me resulta curioso que gente que, se supone, ofrece sus favores "altruistamente", te hagan semejante "robo" a tu cuenta de puntos. Así no parece que te estén haciendo ningún favor. Pero lo más grave no es sólo eso.

He estado durante varias semanas probando esa red, enviando peticiones a muchísimas de las personas que tienen un favor activo, sin obtener respuesta. Es como si no hubiera nadie al otro lado. De hecho pienso que la gente entra en ese sitio, pone su favor para que le den sus diez puntos, y jamás vuelven. En definitiva: que sólo miran para sí mismos. El altruismo -la verdadera intención de esa red- brilla por su ausencia.

Qué egoísta es el género humano, sólo pensando en resolver sus problemicas (o problemones) sin prestar nunca atención a los demás. Favoralia es un buen reflejo (y un buen ejemplo) de los pobladores de las sociedades occidentales.

Un sitio que, con personas de buena voluntad, sería de gran utilidad, se ha convertido en un monumento a la rapiña y al egoísmo humano.

¿Ofrecer favores? He experimentado que muy pocos son los que los ofrecen de verdad. Seguro que habrá alguien que ofrezca altruistamente su tiempo y sus conocimientos, pero te supondrá toda una osadía y una pesadilla encontrarlo. Creo que deberían tener un control para que pudieran eliminar a toda esa enorme cantidad de personas que sólo han entrado en busca de un favor, han puesto el suyo, y no han respondido a ninguna petición.

| Luis González